Escribe Saúl Posada / 26.Abril.2019.
La sorpresiva afirmación de que Adolfo Hitler, fue enterrado en Paraguay -según el periodista brasileño Marcelo Netto- recrea el debate sobre el lugar donde se encuentran sus restos.
Como se recordará, concluida la Segunda Guerra Mundial, los Aliados con la excepción de Rusia, defendieron con énfasis el suicidio de líder nazi, en su famoso Búnker de Berlín el 30 de abril de 1945.
Las opuestas posiciones, estampadas en una multitud de obras publicadas a partir de 1945, colocan a miles de lectores, en la disyuntiva de saber de qué lado se encuentra la verdad. Encontrarla entonces, comporta una difícil tarea, no solamente por el lapso del tiempo, sino porque el resultado de las investigaciones han conformado una trama, en lo que han jugado múltiples intereses, que responden a las grandes potencias.
Como se sabe, una vez que el Ejército Rojo conquista Berlín, y adquiere el dominio de la Cancillería del TERCER REICH, la búsqueda de Hitler constituye el primordial objetivo. Al no ser localizado ni vivo ni muerto, el máximo jerarca de Rusia José Stalin proclama su convicción de que el líder del nazismo, había planeado su fuga logrando refugiarse en Sudamérica.
Inexplicablemente, el Presidente norteamericano Harry Truman, el 2 de mayo de 1945 declara con una certeza inequívocamente infundada, que Hitler estaba muerto cuando se sabe que su cuerpo nunca fue encontrado, pese a los esfuerzos de peritos provenientes de diferentes naciones.
La mayoría de ellos estiman, que el jerarca norteamericano no podía realizar esa afirmación, cuando hasta el propio gobierno inglés la calificó de una tontería, ante la ausencia de pruebas categóricas, que nunca fueran alcanzadas.
Señala la Historia, que por razones obvias, ante la posibilidad de un atentado contra el líder del nazismo, su círculo más íntimo aconsejó tener un doble, que desorientara incluso a los propios alemanes. Esta farsa quizás haya facilitado la huida de Hitler a países como la Argentina, donde vivió presuntamente sus últimos años. Pero esa hipótesis, no contaba con muchas opciones, en virtud del enorme movimiento de tropas soviéticas, que se movilizaban en todas las direcciones.
La tesis mayoritaria, que prevalece sobre el destino del líder nazi es el de la duda, cuando su gobierno se rinde, culminando una batalla por la capital de Alemania, entre el 16 de abril y 2 de mayo de 1945.
La nueva versión del polémico caso, sustentan que el célebre criminal falleció el 5 de febrero de 1971 en Argentina o Chile, y posteriormente enterrado en Paraguay en la década de 1970.
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