Editorial: Se derrumbó el petróleo.

Durante décadas el petróleo fue rey de la combustión mundial, tal es así que se le llamaba "el oro negro del mundo". Todos los países soñaban con tener este hidrocarburo, porque veíamos que los que lo poseían, sin plantar nada, sacaban chorros y chorros de petróleo, vendiendo miles de barriles diarios, que si mi memoria no me falla estuvieron cotizando en ciento y pico de dólares.

La caída del precio del petróleo en los últimos años fue paulatina, llegando en los últimos meses a 20 dólares y poco.

En estos días el derrumbe fue total pasando de U$S 7 el barril a cero y hasta menos 37 dólares, pagando empresas transportadoras para que se llevaran el famoso "oro negro".

Cambió tanto el mercado, que por ejemplo Venezuela, que tuvo la nafta más barata hoy tiene el combustible más caro del mundo.

Ahora me pregunto ¿quién maneja las perillas del negro elemento? En este mundo de cambios continuos donde ya se dice que se gastará más en salud, alimentos sanos, medioambiente sustentable y tecnología, ¿tendrá lugar la combustión ?

Los autos eléctricos ya están en las calles, por citar un ejemplo.

No tengo nada contra el petróleo, pero se acuerdan el revuelo por los intentos de buscarlo en Piedra Sola. Como dice la canción: "cambia, todo cambia". Y manifiestan los eruditos que el que no cambie, estará destinado al fracaso.

Educación, conocimientos, tecnología, innovación , salud, serán las banderas a agitar en los próximos años, dejando de lado viejas y arcaicas ideologías que no tendrán lugar en el mundo del futuro.

El buscar la guillotina no sirve, porque  lo primordial  es descubrir las soluciones. Las futuras generaciones no vivirán  nuestro mundo, vivirán el mundo de ellos.

En estas líneas tomé como ejemplo, hoy, el petróleo. Pero habrá muchos cambios y después del coronavirus nada será igual.

Miguel Ángel Aldabe / 24.Abril.2020.