El peón rural tiene una larga historia como la ganadería y la agricultura en nuestro país. Cuando comenzaron los trabajos del campo, décadas atrás, el peón rural se hizo presente en la tarea diaria de la tierra. Peoncito de campo ó peón pa' todo, colaborador, trabajador, dispuesto, amigo y muchas veces hasta parecido a un hijo.
Por supuesto, a fuer de sincero, como en todos lados "hay de todo". Pero hoy quiero fijar mi atención en lo bueno del trabajo del peón rural, en lo bueno de esta persona que le gusta lo que hace, no haciéndose problema por nada.
A lo largo de nuestra vida, y dialogando con trabajadores del campo, nos han demostrado su capacidad de trabajo, en muchos casos su humildad, así como su gran sacrificio, sintiéndose orgullosos de ser útil para su familia y para los demás. Pero los tiempos cambian, y así como siguen los buenos aparecen los otros; con las discrepancias y los desacuerdos de cualquier relación laboral.
Por supuesto que nadie es perfecto en su trabajo, ni los peones rurales ni los patrones rurales; pero el campo necesita la mano del hombre y la mujer, tanto del de arriba como del de abajo. Hoy, vuelvo a reiterar que quiero fijarme en lo bueno del peón rural, y recuerdo la disposición y la buena voluntad para hacer las cosas como también la sencillez y amabilidad de la cocinera rural, personas importantes en la producción nacional, puntales de muchos establecimientos que sintiéndose personas de carne y hueso, necesitan del cariño y la bondad de quienes los rodean.
Hoy por hoy hay ocho horas de trabajo, hoy por hoy hay reglamentaciones laborales. La gente, trabajando unida, supera cualquier momento difícil; por eso, remarcamos, lo que significa trabajar juntos peón rural y patrón rural, patrón rural y peón rural. Cada uno en su lugar, con respeto y capacidad, cumpliendo sus obligaciones y deberes. Por eso quiero un peón rural ilustrado, culto y que pueda criar con dignidad a su familia, sin olvidarnos de la doña cocinera, culta e ilustrada, ofreciendo sus exquisitos dulces y ensopados.
Gente de campo, que las banderas no los separen, porque con respeto y dedicación, la tierra será dignificada por sus trabajadores.
8 horas diarias puede llegar a ser para una muy pequeña minoria, la mayoria de los peones rurales se los hace trabajar de sol a sol, si te gusta bien y sino te quedas sin trabajo, también vale destacar a aquellos patrones que se lo reconecen agregandole unos pesos mas, aunque sea en negro...Nunca estubieron bien representados por sus sindicatos, para muestra solo basta un boton, siempre fueron muy mal pagos y nunca se escucho de un paro o una marcha de los trabajadores rurales.
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