Y ya estamos en la edición 33 de la Fiesta de la Patria Gaucha; y quiero resaltar la presencia de los fogones, cada uno con su argumento histórico y con una puntualización y delicadeza extrema en conformar su obra histórica con los elementos y las representaciones lo más genuinas posible, para darle vivencia de historia y tradición.
Habrán elegido una estancia, un boliche, una iglesia, una pulpería o escuela, o quizás la recreación de un hecho histórico; queriendo de esta manera hacer vivencias de antaño.
Más que la tradición, los fogones son la muestra viva de nuestros antepasados. Quizás, o sin quizás, aquellos gauchos, chinas e inmigrantes forjaron la historia de este país en el que hoy vivimos. El trabajo, la dedicación a la familia, y el respeto por los demás (por supuesto con los defectos del momento) marcaron la vida de cada década de la campaña oriental.
Ojalá, mirando estos fogones, no los veamos como "bichos raros", sino que reflexionemos evaluando en nuestra mente lo que estamos mirando y nuestras vidas de hoy.
Gracias, gente que quiere la historia, por presentarnos en el Siglo XXI vivencias de épocas memorables de la patria vieja, al grito de la tradición.
Miguel Ángel Aldabe / 15.Marzo.2019.
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