Entramos al otoño 2019, léase invierno 2019, con mucho pasto en los campos. El comentario diario de los ganaderos se basa precisamente en la cantidad de pasto que hay en los campos.
El clima le ha dado una mano enorme a la producción ganadera, sobre todo valoramos más si nos acordamos de la sequía del verano 2018, cuando los fardos valían más de 1.700 pesos, y cuando los productores tuvieron que vender los ganados despoblando sus campos, porque no había ni agua ni pasto.
En aquella oportunidad apareció el plan de las raciones con el desconocimiento por parte de alguna autoridad de que la cosa no era tan grave. Pero acá no estamos para criticar, veamos lo positivo, las buenas pasturas y los buenos precios del ganado.
Por supuesto que la oveja sufrió por tanta agua y tanto pasto, pero ahora estamos viendo que el lanar vale bien y la lana sigue con buenos valores.
Ahora me pregunto: ¿Por qué con tanta bonanza se van cuatro productores por día del campo?
Lo vemos en las ferias, cuando pequeños productores liquidan sus haciendas y terminan con su pequeña producción. Algo hay, algunos dicen que son los costos; otros, los impuestos; y algunos, la falta de recambio generacional.
Aprovechemos el momento de buenas pasturas, razonando a la hora de tomar decisiones, y aprovechando al máximo la abundancia de comida que tenemos en este otoño.
Que quede claro que estamos hablando de la ganadería, porque el arroz, la soja, la horticultura y otros rubros, están en otra situación, mientras la forestación espera por la futura planta UPM 2.
Miguel Ángel Aldabe / 12.Abril.2019.
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